RECUERDO, TIEMPO Y OLVIDO

Hay algunos fotógrafos que parecen nacer con la cámara en las entrañas; ya lo decía Diana Arbus “no hagas una foto hasta que algo te duela en la boca del estómago”.

Aristeo Jiménez y Rafael del Río coinciden en esa visión artística; cámara y fotógrafo en simbiosis para solventar la necesidad de mirar más allá de lo ordinario, encontrar elementos de repulsión y atracción, un punto medio para dejarnos perplejos, arrastrarnos a cuestionamientos incómodos, lugares oscuros y marginales en donde se agitan las negaciones, la soledad, el abandono, la angustia y el miedo.

Ambos capturan imágenes para exhibirnos ante la decadencia, el resentimiento, los anhelos y fracasos, atrapan transgresiones para formar crónicas no solo visuales, sino literarias, nos relatan días imposibles de manera poética. Tejen los extremos de la realidad entre atmósferas íntimas con un conocimiento sobre la vida y sus vértigos. Dibujan con luz nuestro caos vivencial bajo una estética perturbadora que nos tienta a describirnos.

Ruth Rodríguez